jueves, 3 de diciembre de 2009

Sé que esto es un sueño


Sé que esto es un sueño.

Sé que esto es un sueño, y aún así no consigo despertar. Y sé que nada de lo que hay a mi alrededor puede hacerme daño, pero me lo hace. Y sé que ella no eres tú en realidad, pero lo eres. Y me haces daño, aunque no puedas ni seas tú.

Sé que esto es un sueño, y es extraño que en realidad tú no seas esto que tengo delante, esto que duele y tiene dientes afilados y palabras más afiladas aún. Tus palabras siempre están pulidas, limadas con cuidado, forradas para que no hagan daño. Pero aquí son puras y se clavan. Son reales.

Sé que esto es un sueño, y aún así te sigo por los pasillos interminables, te sigo a cámara lenta, y tú ríes. Dueles. Y yo me esfuerzo en llegar hasta ti, porque entre nosotros sólo hay frío y dolor, y tú ríes. Recorro los pasillos llenos de dientes, cegado por esta oscuridad brillante, y tú ríes. Sé que nunca te alcanzaré, y aún así te sigo, y tú ríes.

Sé que esto es un sueño, y quizá tú seas otro. Quizá yo lo sea. Quizá sólo existe lo que veo ahora, esta realidad que duele y se clava y desgarra y susurra en la oscuridad. Que susurra cosas que duelen y se clavan y desgarran y susurran... Quizá sólo existe esta versión de ti. O quizá ni siquiera importe, porque ahora mismo dueles y yo sólo puedo concentrarme en el dolor.

Sé que esto es un sueño, y que mi otro cuerpo sigue respirando, pero me ahogo. En los pasillos con dientes el aire es espeso y viscoso y encharca mis pulmones, lo respiro y no me deja respirar. Tus ojos me inundan. Tu voz me asfixia. Tu risa me enmudece. No puedo gritar, pero te llamo a gritos, y tú ríes.

Sé que esto es un sueño, y que mi otro cuerpo no ve nada, pero me duele mirarte. En los pasillos eternos la luz es sangrante y gélida y desgarra mis ojos, mi propia sangre me ciega y sólo puedo mirarte. Tu presencia me destroza. Tu sonrisa me atraviesa. Tu mirada está hecha de dientes. No puedo ver, pero te veo, y tú ríes.

Sé que esto es un sueño, y ahora estamos los dos aquí en medio de la luz y los dientes y el dolor, y mi sangre se escurre entre tus dedos y mi mente se escurre entre tu risa. Y yo sólo quiero tocarte, pero el tiempo se dilata, el pasillo se alarga, y tú ríes. Y te alejas, y dueles, y yo sólo quiero sentirte.

Sé que esto es un sueño.





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6 comentarios:

El_Darko dijo...

Es un poco repetitivo (no solo por la primera frase) pero creo que contribuye al ambiente del relato, que no sabría describir bien y nada entre la locura, la opresión y mas cosas malroyeras xD

Shubby dijo...

Sí, la idea es que sea repetitivo, pero tampoco hay que mirarlo desde un punto de vista gafapastiano, porque es simplemente una extraña fuga cerebral xD

Laia dijo...

Coincido con Darko.
Y me parece una fuga cerebral curiosa.
besazo

Dama Blanca dijo...

Estos comentarios son publicidad gratuita a una pelibasura española. He dicho.

A mí no se me hace repetitivo. Es decir, se entiende que es la "gracia" del relato, y es malrolleramente genial *-*

Si vuelves a decir que escribes mierda, te comes un cagao' :D

PD: CUENTACUENTOS!

Dama Blanca dijo...

Tía, en serio... ¿no crees que YA es hora de actualizar? ¿Eh? :)

S.R Brujo dijo...

Haz caso a Dama Blanca, es sabia.